“Here lies Steven Tyler, the deamon of screamin’ who never woke up from the dream he was dreaming, he went and drank some magic potion, now all that’s left is sweet emotion” Esta es la inscripción que se leerá en la tumba del mediático líder de Aerosmith cuando se vaya de este mundo, mientras, sigue empeñado en buscar atajos hacia el cementerio. Steven ha ingresado por voluntad propia en un centro de rehabilitación del Hospital Las Encinas en Pasadena (California) bajo la supervisión de un experto en rehabilitar a famosos, el doctor Drew Pinsky. Aún no se sabe que sustancia es la causante de su ingreso, lo que está claro es que, cuando todos estabamos convencidos de que “The Deamon of Screaming” estaba limpio, ahora parece que vuelve a las andadas. Steven, que, junto al guitarrista de la banda Joe Perry fueron apodados los “toxic twins” por su afición a diversas sustancias intravenosas, ya superó sus problemas de adicción a mediados de los ochenta y se especuló con su vuelta a las drogas a mediados de los noventa. Ya, más recientemente, en el 2003, se supo por boca de Tyler que superó una hepatitis C en el 2003 y tuvo que soportar durísimas sesiones de quimioterapia que casi le matan.Una pésima noticia para los seguidores de la banda de Boston, que esperábamos con ansiedad el nuevo álbum de estudio de la “America’s greatest rock & roll band” después del gran sabor de boca que nos dejó su álbum de blues Honkin’ On Bobo (2004)
Esperemos que Steven, ya con 60 tacos a las espaldas, pueda recuperarse y ser el mismo animal sobre el escenario que ha sido toda su vida.
Steven, keep on rockin’!!!
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